El día 28 de Marzo de 2012, nos
reunimos en las instalaciones del centro cultural Boogaloop[1]
para discutir sobre la lucha contra la dominación, el capitalismo y el estado,
tema correspondiente a la tercera sesión del taller de estudios anarquistas. Se
hizo una breve exposición sobre la posición anarquista frente al estado, el
capitalismo y la dominación, que creó un ambiente propenso para la discusión.
De esta manera se hicieron una serie de aportes que ayudaron al fortalecimiento
de la exposición inicial.
El compañero encargado de la exposición
inició con una cita, un poco extensa, de Errico Malatesta, en la cual se daba
una definición del estado: “el conjunto de todas las instituciones políticas,
jurídicas, militares, financieras, etc., por las cuales se arrebata al pueblo
la gerencia de sus propios asuntos, la dirección de su propia seguridad,
confiándolas a algunos que, por usurpación o por delegación, hállanse
investidos del derecho de legislar sobre todo, y para todos, y de forzar al
pueblo a respetarlos, valiéndose del apoyo que les presta el poder de todos”[2].
Posteriormente, siguiendo las tesis propuestas por Albert Meltzer[3],
el compañero dividió en tres, los instrumentos represivos del estado: aparato
del gobierno, aparato de persuasión y aparato de explotación económica. El
primero, está conformado por la legislatura, la judicatura, las fuerzas armadas
y la organización política partidaria; el segundo, por la iglesia, el
sistema educativo y la neoiglesia[4];
el tercero, por el sistema monetario, los bancos, el control financiero y la
bolsa de comercio.
Lo anterior, explicó el compañero, muestra
como el estado se vale de sus aparatos represivos, como la policía y el sistema
educativo, para mantener el orden y crear mentes pasivas frente al sistema. Más
adelante, el compañero va a hablar del capitalismo, entendiéndolo como un
sistema que aumenta las desigualdades sociales entre una clase explotadora, que
posee todos los medios de producción, y una clase explotada, que vive en la
miseria, y que tiene que vender su fuerza de trabajo. El compañero
explicó, que anterior al sistema capitalista, ya había existido una
división en clases sociales, como en el feudalismo, donde el siervo tenía que
pedirle trabajo al señor feudal, para sobrevivir del aprovechamiento de la
tierra, eje central del sistema feudal. No obstante, con la llegada del
capitalismo, se divide la sociedad, según la teoría marxista, en dos clases
antagónicas: el proletariado y la burguesía[5].
Pero el compañero aclaró, que el anarquismo, a diferencia del marxismo
ortodoxo, se interesa por el papel del campesinado, el proletariado y el lumpen
proletariado en la revolución social, lo que lleva a pensar que en el sistema
capitalista actual no existe una sola clase explotada, el proletariado, sino
también otras clases explotadas, como el campesinado y el lumpen proletariado.
Para terminar su exposición, el compañero
habló de los diferentes tipos de dominación, principalmente del patriarcal, que
es un factor de discriminación social contra la mujer, y que ignora su papel
como agente de cambio en el actual sistema económico. Además, aclaró que el
enemigo principal de los anarquistas, es el estado, ya que a través del cuerpo
represivo policial y las leyes, viola la libertad del individuo, lo que lleva a
pensar en la destrucción de todo el aparato estatal para construir una sociedad
libre e igualitaria.
La exposición del compañero, creó dudas
en los asistentes al taller. Un compañero se preguntó si el estado no estaba
unido al capitalismo, lo que se confirmó con la existencia de la explotación capitalista,
que gracias al aval del estado, permite la riqueza de unos y la miseria de
todos. Por el contrario, otro compañero aclaró que existen otros tipos de
dominación, como el racial, que es excluyente y que ha creado un tipo de
segregación mundial, especialmente en aquellos países donde domina la mayoría
blanca. Al final de las anteriores afirmaciones, el compañero expositor,
explicó a los compañeros asistentes, que el teórico anarquista Piotr Kropotkin[6],
pensó en una sociedad donde el obrero solo trabajaba cinco horas, y el resto
del día lo dedicaba al lujo. De la misma manera, Kropotkin pensó que debería
ser abolido el sistema de salario actual, hijo del capitalismo, pues el trabajo
del obrero explotado vale igual que el del intelectual ocioso. Lo anterior
significa, que la división entre trabajo manual e intelectual, no tendría valor
económico en una sociedad anarquista.
Al finalizar la sesión, se creó una fuerte
discusión sobre el uso del concepto de clase social en la sociedad
actual. Un compañero asistente aseguró que el concepto de clase social debería
ser abolido, pues “la sociedad moderna ha cambiado y se debe dejar de usar esos
términos decimonónicos”. Según él, se debe tener en cuenta la industria
cultural, la teoría de los campos del sociólogo francés Pierre Bourdieu[7]
y los trabajos sobre el lenguaje de Michael Foucault. No obstante, los
asistentes al taller, se sorprendieron de tal afirmación, y aseguraron que la
clase social si existe, pues el sistema capitalista divide la sociedad en
una clase explotadora y ociosa, que posee todos los medios de producción, y una
clase explotada y laboriosa, que vende su fuerza de trabajo. De la misma
manera, se aseguró que en un país tan desigual como Colombia, es imprescindible
dudar de la lucha de clases, pues la exclusión y la explotación del sistema
capitalista obligan al proletariado a vender su fuerza de trabajo al mejor
postor, llevándolo a tolerar condiciones de trabajo indignas, como la jornada
de trabajo de 10 o más horas. Además se comprobó, mediante el coeficiente de
gini, que Colombia es el tercer país más desigual del mundo, después de Haití y
Angola, lo que demuestra la riqueza en pocas manos, y la pobreza y miseria en
la mayoría.
“El lenguaje posmoderno que
ha invadido la academia colombiana, vive en un presente perpetuo y olvida el
pasado, entendiendo el último, como un referente histórico que recuerda al ser
humano las diferentes luchas sociales que han emprendido sus hermanos por un
futuro mejor”,
decía el compañero expositor. Lo anterior explica, como las modas intelectuales
se han incrustado en el pensamiento universitario, introduciéndolo a un mundo
imaginario, que se escapa del mundo real y existencial.
Para finalizar, se entendió que el anarquismo
como lucha contra el capital y los cuerpos represivos, debe tomar una posición
crítica frente a los discursos hegemónicos que van emergiendo de la esfera de
la intelectualidad mundial; debe combatir a la dominación patriarcal, racial,
capitalista y estatal; y debe hacer la revolución social, para crear un mejor
futuro para las clases explotadas.
[1] Si bien la reunión era en
Boogaloop, ubicado en la Calle 58 No 13-88,
no se pudo realizar en ese lugar, porque el encargado de abrir las puertas, se
le presento un accidente. De esta manera, nos trasladamos, en una primera
instancia, al restaurante de olímpica, y en una segunda a un parque cercano al
lugar.
[2] Malatesta Erico. Anarquía
y método del anarquismo. Premiá editora de libros S.A. 1989. Página 13.
[3] Meltzer Albert y Christie
Stuart. Anarquismo, violencia y utopía. Extracto del libro Anarquismo
y lucha de clases. Ediciones libertad. Página 18.
[5] La burguesía, para
conformarse como clase, necesitó un tiempo bastante largo de pillaje y
explotación de recursos a otros países, para acumular una gran cantidad de
capital.
[6] Ver el libro La
Conquista del pan. Ediciones 29. 1977. En este libro, Piotr Kropotkin
reflexiona sobre los pasos que deben seguir los anarquistas antes, durante y
después de la revolución social. De la misma manera, el autor expone las bases
teóricas del anarquismo, como la expropiación, el bienestar, la solidaridad, la
igualdad, el antiestatismo, el colectivismo y la libertad.
[7] “En los campos los individuos ocupan una
determinada posición de acuerdo a la forma de capital que poseen” según nos cuenta el
sociólogo mexicano Aquiles Chichu Amparan, gran estudioso de Pierre Bourdieu.
Existen principalmente, cuatro tipos de capital: capital económico, constituido
por los recursos económicos y financieros; capital social, constituido por los
recursos que pueden ser movilizados por los agentes en función de la
vinculación a redes sociales y organizaciones; capital cultural, constituido
por las disposiciones y hábitos adquiridos en el proceso
de socialización; y capital simbólico, constituido por la legitimación que
tomen los diferentes tipos de capitales.
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