Como plantea Daniel Guerin: “la Revolución Rusa fue un vasto movimiento
de masas, una ola de fondo popular que rebasó y arrasó a los grupos
ideológicos. No perteneció a nadie en particular; sólo al pueblo.” En este
mismo sentido, la revolución de 1917 llegó también a Ucrania, país que ya había
sido teatro de violentos disturbios en 1905 y donde las ideas anarquistas
tenían cierto arraigo entre el campesinado. Al igual que en Rusia, tras los acontecimientos
de febrero de 1917, se desarrollaron los Soviets (organizaciones de producción auto
gestionadas, de carácter mayoritariamente rural en el caso de Ucrania) y se
llevaron a cabo expropiaciones de tierra que estaba en manos de los
terratenientes. Adicionalmente, la
revolución de 1917 permitió la liberación de un gran número de presos
políticos, entre ellos Nestor Makhno, joven militante anarquista, cuyo destino
estaría indisolublemente ligado al del desarrollo de la revolución y las
comunas libres de Ucrania.
El 27 de octubre de 1889 en
la aldea de Guliaipolé, al sur de Ucrania nace Makhno
en el seno de una familia de campesinos pobres. A causa de la muerte de su
padre poco después de su nacimiento, Makhno se ve obligado a contribuir al mantenimiento
de la familia (la madre y cuatro hermanos de corta edad) trabajando desde los 7
años como pastor. A los 12 años
comienza a trabajar como peón en las granjas de los colonos alemanes que
proliferaban en esa época en Ucrania donde fue testigo de las injusticias
cometidas por los terratenientes. A los 16 años participó en la revolución
de 1905 y,
tras contactar con diferentes grupos políticos, se adhiere al movimiento
libertario junto al cual combate en las primeras líneas y realiza peligrosas
misiones que le costarán, al ser apresado en 1908
por las autoridades zaristas, una condena a muerte en la
horca. Debido a su juventud la condena
es conmutada por la de prisión perpetua. Es trasladado a la prisión central de Moscú,
allí aprovecha su gran biblioteca y traba amistad con Piotr Arshínov quien le ayuda a instruirse
profundamente en varias materias, particularmente teoría anarquista.
Tan pronto fue liberado, Makhno regresó a Ucrania
donde empezó inmediatamente a realizar actividad revolucionaria y de
organización de los recientemente conformados Soviets. Para Julio de 1917 ya era
presidente del sóviet local, de la unión de campesinos regional y de la unión
profesional de obreros metalúrgicos y carpinteros, organizaciones entre las
cuales difunde las ideas libertarias. En 1918, antes de que los bolcheviques
hubieran hecho intentos serios de apropiarse de los Soviets Ucranianos, el país
es invadido y ocupado por tropas Austro-alemanas, lo cual desata la resistencia
del proletariado (rural y urbano). A Makhno se le encarga la misión de
organizar destacamentos de campesinos para avanzar la resistencia.
En 1918 Makhno viaja a Moscú desarrollar
métodos para avanzar en la concienciación libertaria de los campesinos y volver
más efectiva la resistencia contra los ejércitos invasores, pero encuentra poco
apoyo tanto entre los Bolcheviques (llega a entrevistarse con Lenin, entrevista
tras la cual empieza a desconfiar de los comunistas) como entre los
anarquistas, a quienes encuentra dispersos y vacilantes con respecto a la
postura que debían adoptar con respecto al partido comunista (Sólo recibe
consejos estimables del anciano Piotr
Kropotkin). Esta falta de apoyo fue uno de los factores que llevaron
al desarrollo puramente autóctono de los principios del comunismo libertario en
Ucrania, y es señalada como una de las principales debilidades que tuvieron los
“territorios libres”.
A causa de las políticas del gobierno alemán
de ocupación de devolver a los terratenientes las tierras que les fueron
expropiadas por la revolución, las tropas Makhnovistas ganan muchísima
popularidad entre los campesinos ansiosos de defender sus recientes conquistas.
El 11 de Noviembre de 1918 se firma un armisticio que conlleva la retirada de
las tropas alemanas de Ucrania y es a partir de este momento que los
Makhnovistas pueden empezar a llevar a la práctica, de forma constructiva, las
ideas anarquistas en lo que posteriormente se conocería como los “territorios libres”.
Estos territorios, ubicados al sur de
Ucrania, alrededor de la aldea donde había nacido Makhno y donde su “ejército negro” (como fueron llamadas
sus tropas por el color de sus banderas) gozaba de mayor popularidad, se
convirtieron en uno de los experimentos más exitosos de aplicación de la
autogestión y la cooperación económica voluntaria de la historia. Cabe destacar
algunos de los principios fundamentales de estos territorios: Los campesinos
cultivaban en común las tierras expropiadas a los antiguos terratenientes y se
agrupaban en “comunas” o “soviets de trabajo libres”, donde
reinaban la fraternidad y la igualdad. Todos –hombres, mujeres y niños– debían
trabajar en la medida de sus fuerzas. Los compañeros elegidos para cumplir
temporariamente las funciones administrativas volvían a sus tareas habituales,
junto a los demás miembros de la comuna, una vez terminada su gestión. Las
guerrillas del ejército negro era de carácter voluntario: en ellas la
designación de los grados era electiva y la aceptación de la disciplina era
voluntaria. La estrategia era apuntalar una región liberada desde la que
extender la resistencia y a la vez concretar la revolución sobre bases
libertarias. El Ejército Negro (a pesar de que los territorios libres dependían
de él) no gobernaba, sino que dejaba a la población en libertad de organizar su
modelo de vida y en principio se limitaba a potenciarla y defender a la
población de otros ejércitos y de cualquier intento de volver a levantar un
Estado.
La educación se organizó según los principios de Francisco Ferrer de la escuela moderna y la economía se basaba en la
práctica en el intercambio libre entre las comunidades rurales y urbanas. Existía
respeto por la propiedad individual aunque se tendía
a la cooperación económica: La cosecha de
cultivos, la crianza de ganado y los productos manufacturados, se realizaban de
acuerdo con las teorías de economía colaborativa voluntaria de Piotr Kropotkin. Existía el decreto de disponer de una parcela
de tierra o de una parte en la producción de la fábrica para quien careciera de
sustento.
Cada vez que los makhnovistas liberaban una
localidad, colgaban carteles en los que se podía leer: “La libertad de los campesinos y de
los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna.
Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse
en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos (...). Los Makhnovistas
sólo pueden ayudarlos dándoles consejos u opiniones (...). Pero no pueden, ni
quieren, en ningún caso, gobernarlos."
Los cinco puntos básicos que eran proclamados por
los Makhnovistas en referencia a los Soviets libres y que dan una buena idea de
sus concepciones eran:
·
La
sospecha de todos los partidos políticos.
·
El
rechazo de todas las dictaduras.
·
La
negación de cualquier concepto de Estado.
·
El
rechazo de cualquier "período de transición" o "dictadura
proletaria".
·
La autogestión de todos los trabajadores a
través de los consejos de trabajadores (soviets).
Tristemente, el desarrollo pleno de los
territorios libres y del lado constructivo de la idea anarquista, se veían
seriamente limitado por la condición permanente de guerra civil y por la
obligación del ejército negro de estar en actividad permanente. A partir de 1920, cuando tras un intento
fallido de llegar a un acuerdo con los dirigente comunistas de Moscú donde los
representantes Makhnovistas exigieron que “En
la región donde opere el ejército Makhnovista, la población obrera y campesina
creará sus propias instituciones libres para la autoadministración económica y
política; dichas instituciones serán autónomas y estarán ligadas
federativamente –por pactos– con los organismos gubernamentales de las
repúblicas soviéticas”, lo cual fue considerado inadmisible y llevó a una
cruenta lucha entre los ejércitos rojos del partido comunista y el ejército
negro.
Esta lucha entre “libertarios” y “autoritarios”
se libraba de forma simultánea con luchas contra tropas reaccionarias y
ejércitos extranjeros intervencionistas; aún así y a pesar de la enorme desigualdad de
fuerzas, el ejército negro no lograba ser doblegado por los bolcheviques. El
mismo Makhno diría en relación a esto: "Nuestro
ejército demostraba cada día que era verdaderamente un ejército popular y revolucionario:
en las condiciones materiales en que se encontraba habría debido deshacerse
rápidamente; por lo contrario, no cesaba de acrecerse en efectivos y
material."
A finales de 1920, los dirigentes
comunistas ofrecen una tregua a los Makhnovistas e invitan a estos a participar
de una reunión para decidir algo en común sobre el futuro de Ucrania. Tan pronto como los lideres Makhnovistas
llegaron a la cita, fueron detenidos por la policía política y fusilados. Simultáneamente, se lanzó una ofensiva a fondo
contra Guliai-Polié (poblado central de los territorios libres). La guerra duró
9 mese más, pero terminó con la derrota, ya a estas alturas inevitable, de los
destacamentos que aún sobrevivían del ejército de Makhno, quien se vio obligado
a refugiarse en Rumania, de donde pasó a Paris, ciudad en la que murió tiempo
después, pobre y enfermo.
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