La amenaza y la calumnia han inundado a Colombia desde hace mucho tiempo. Si hace algunas décadas y bajo la excusa del anticomunismo la Burguesía y sus aparatos armados persiguieron y aniquilaron a una generación entera de luchadoras populares, en años recientes, el discurso hegemónico ha convertido al terrorismo en un nuevo calificativo para designar todas las persona que se desvían de los interés de las clases dominantes.
Lo anterior ha servido para implantar un verdadero régimen de silencio y auto censura sobre todo aquel que se atreva a controvertir el país soñado por los dueños del país. El pensamiento crítico está virtualmente prohibido y el cuestionamiento al Estado se sanciona con el ostracismo y la violencia. Así quienes documentan la corrupción de los grandes señores como el periodista Daniel Coronel o cubren seriamente el conflicto social y armado como los periodistas Fredy Muñoz Altamiranda y Hollman Morris, indagan sobre las relaciones entre el Estado y los paramilitares como los investigadores Darío Betancur Echeverry, Elsa Alvarado y Mario Calderón, escriben sobre las luchas campesinas y la desigualdad social en el mundo rural como los académicos Miguel Ángel Beltran y Alfredo Correa de Andreis o difunden el pensamiento crítico como el profesor Javier Díaz Ramírez, constituye una amenaza y un peligro para la estabilidad del “orden”, pasan a ser terroristas que tiene que ser silenciado legal e ilegalmente por el Estado a través de la cárcel, la amenaza, el exilio, la desaparición o la muerte. Y esa estrategia de silenciamiento siempre empieza con mentirosas campañas de difamación y desprestigio, de una “violencia simbólica” que va allanando el terreno para la violencia física. Hoy éste es el caso del investigador y docente Renán Vega Cantor.
El profesor Renán ha defendido desde siempre una perspectiva ética y crítica en la investigación social, la disciplina histórica y la enseñanza, perspectiva contestaría que se ha convertido en su sello personal y en un componente transversal de su vida pública, en su labor como profesor de Ciencias sociales en la Universidad Pedagógica Nacional, en su actividad como escritor en la dirección de la revista CEPA y del comité editorial de la revista Herramienta, en su ejercicio como historiador a través de libros como Biofilo Panclasta, Obreros, Colonos y Motilones, Petróleo y Protesta Obrera y Gente muy rebelde, en su análisis como teórico eco socialista sobre Marx y el Siglo XXI y sus críticas al Neoliberalismo, en su actividad gremial en la asociación de profesores universitarios ASPU y en la representación profesoral de la Universidad Pedagógica y en su labor política como defensor de la Educación Pública y colaborador de los más diversos y plurales movimientos sociales populares.
En sus distintas labores como intelectual comprometido el profesor Renán ha participado en infinitas charlas, conferencias y seminarios ante estudiantes, trabajadoras, profesoras, en general miles de personas interesadas en el cambio social, contribuyendo enormemente al afianzamiento del pensamiento crítico en la academia y en el país. Rechazamos decididamente las campañas difamatorias y las amenazas contra el profesor Renán, nos solidarizamos con él y todas las personas perseguidas por pensar en el territorio colombiano y llamamos a la defensa del pensamiento crítico conducción fundamental para el avance de un proceso de cambio social libertario en Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario